lunes, 14 de agosto de 2017

Algunos días

Si, lo confieso, algunos días me tiraría por la ventana antes de terminar mi jornada laboral.
Y no hablo de la que comienza a las 8 y finaliza a las 15:40 h, no. Hablo de la que viene después. Los hijos, normalmente, son más difíciles de tratar que el jefe más despiadado y xxx (poned aquí el insulto más gordo que conozcáis) que podáis echaros a la cara.

Los nuestros (porque no son solo míos) han llegado a conocernos tan bien, que saben qué tecla tocar para que saltemos… o eso nos hacen creer, porque luego, te pones a leer un poco y te encuentras con personas que dicen que “los niños no son malos por naturaleza” si no que, como en la canción “el mundo los hace así”.

Y es que la forma de educar que usaron nuestros padres y que se dividía en:

-          EDUCACIÓN SEVERA: Control excesivo. Orden sin libertad (ninguna opción): “Tú lo haces porque yo lo digo”.

-          EDUCACIÓN PERMISIVA: Sin limitaciones. Libertad sin orden (opciones ilimitadas): “Puedes hacer lo que te apetezca”.

 Se ha quedado obsoleta con esta nueva hornada de niños digitales, inmediatos (con el “ya” en la boca todo el rato) y la paciencia como asignatura pendiente / suspensa.

Por eso, desatendiendo a mi  norma de “no mirar NUNCA en Internet”  te pones a “bichear” y aparecen cientos de referencias sobre una nueva forma de educar que se llama “DISCIPLINA POSITIVA, que se basa en la comunicación, el entendimiento y la empatía. No incluye ni el control excesivo ni la permisividad y huye del castigo.



Esta panacea, este remedio de todos los males parentales del mundo se basa en:

-          EL RESPETO MÚTUO: Los adultos tienen que aprender a educar con amabilidad y respetando las necesidades del niño. Sí, claro, cuando mi pequeño me llama “caraculo” porque no quiere venir a desayunar me está respetando.

-          APRENDER DE LOS ERRORES: Los errores son una oportunidad para educar. ¿Pero qué me están contando?  Si tienen la memoria del pez…

-          SIN CASTIGOS: El castigo es efectivo a corto plazo, pero tiene consecuencias negativas a largo plazo. Hay que enfocar hacia soluciones y no hacia castigos. Me parto, a veces he llegado a castigarles “a no respirar” y aún así me siguen tomando por el pito del sereno.

-          COMUNICACIÓN EFECTIVA: Hay que desarrollar habilidades para resolver problemas y conectar con el niño "¿Qué? Pero si cada vez que les hablas o les pides algo parece que estén “comunicando”: "pi, pi, piiiiiii"

-          SER ALENTADORES: Cuando alentamos, ponemos atención al esfuerzo y la mejoría, no simplemente al éxito, esto fortalece la autoestima. Jajajaja, me parto, ya me veo con los pompones diciendo “venga, animo, que tú puedes (en todo caso debería decírmelo a mí misma y a mi SANTO).

Llamadme retrógrada porque, como veis, soy un pelín escéptica con este tipo de educación, me suena a cuento chino, a “QUÉ BONITO EN LA TEORIA” pero que luego no funciona en la práctica.

No soy amante los cachetes, a veces se me escapa uno y termina doliéndome más a mí, porque a ellos, a los dos segundos se les ha olvidado. Y en cuanto los castigos, ya no sé qué inventarme, todo está ya muy visto, y por eso, al final, terminan no cumpliéndolos…

Me parece bien utilizar la firmeza y la amabilidad con dignidad y respeto, pero, sinceramente, no veo cómo lograrlo. Me parece MUY DIFÍCIL utilizar frases amables y actitud cariñosa cuando “se está regañando” y, por supuesto, no me veo capaz de hacerles preguntas para que me cuenten por qué se están comportando mal… ni ellos mismos lo saben… (¿para qué seguir haciendo sangre?)

Por otro lado, eso de que “juntos decidiremos las reglas que nos convengan a todos” me suena a chirigota gaditana, a chiste de Jaimito. ¿Desde cuanto tres “micos” (llamados así desde el respeto y el cariño) deciden como debemos educarlos su padre y yo?.


El caso es que voy a intentar #reinventarme usando lo que me parece bien de la “DISCIPLINA POSITIVA” mientras encuentro “mi propia versión de LA BUENA EDUCACIÓN” ( Y no hablo de la película de Almodovar, ah!, no, que esa era “La Mala Educación”… de esa podría escribir un Master).

Besos
Carmencita

viernes, 4 de agosto de 2017

once...

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Esta frase podría ser muy tuya. Eras una perfeccionista y te gustaba que las cosas se hicieran "a tu manera", todavía recuerdo como te metías con el POBRE JUÁN por el tema de la chimenea...
Cuanto te echamos de menos, Eva.

Besos de tu Carmencita.