miércoles, 11 de octubre de 2017

Tus problemas - Mis problemas




En esta nueva etapa de #reinvencion mía que he adoptado, una de mis pajas mentales, como bien indica la imagen que preside este post, ha sido la creación de interminables listas con tareas por hacer… y digo interminable, porque son más largas que un día sin pan.

Una vez hecha la lista se convierte en obsesión para mí ir tachando cada una de las líneas, es decir, se convierte en un verdadero problema, y es ahí donde hay que meter el dedito para intentar solucionarlo.

Porque sinceramente, no es muy sano angustiarse así por conseguir “acabar con la puñetera, larga y jodida lista”  que, además, está llena de tareas “secundarias”.

Casi todas están relacionadas con mi hobby DIY (otra obsesión). Son tareas post-puestas una y otra vez que me llevan a mi otro mundo, el de la creatividad y que hasta hace poco me servían para relajarme y evadirme, pero que ahora, que la vida no me da para nada, siguen ahí.

Colgar cuadros, realizar álbumes con fotos de viajes y eventos varios, terminar de decorar rincones de la casa o realizar manualidades varias, así como colocar incontables cajas de ropa de los tres cerditos, hacer limpiezas periódicas de estancias y armarios, compras inevitables y queridas pero no podidas, etc, son algunas de las lindezas recogidas en mis listas.

 Como podéis observar, las susodichas son la mar de largas y “divertidas” (nótese la ironía, por favor) y siguen ahí, plasmadas en mi agenda y en el móvil, en la aplicación NOTES, con el llamativo título de PENDIENTE (así, en mayúsculas) y que sigue como su título indica: pendiente.

Y os preguntareis por qué, pues porque cuando llego a casa de trabajar, por mucha lista o tonta que tenga en mente lo único que me apetece hacer es NO HACER NADA, y con los tres cerditos esto no es posible, dile tu a ellos que estas cansada y que quieres tirarte en el sofá…

“¿Y qué hacemos nosotros?”, “me aburro”… y así un comentario/reproche tras otro… a ver quién es la espabilaaa que se evade… YO NO.

Eso sí, en cuanto les hablas de las actividades extraescolares que tienen que hacer ellos, la cosa cambia. Aparecen las malas caras y la frase que tanto pasa por mi mente: “no quiero ir, estoy cansado”.

Pues ya somos dos… y más de una vez me ha rondado la idea de “marcarnos unas pellas”, pero no, que la vida está muy complicaaaa como para prescindir de las clases de inglés, la natación y el futbol. Así que, ya nos veis corriendo como locos para llegar a todo: TOTAL STRESS.

La chofer, es decir, una servidora, corre que se las pela desde la salida de la parada del tren para llegar a casa de los abuelos (benditos abuelos), recoger a los tres y llevarlos casi volando en coche hasta la actividad correspondiente, que gracias a los encajes de bolillos, por ahora y hasta nueva orden, se desarrolla para los tres en la misma ubicación y a las misma hora… que otro gallo cantará el año que viene, cuando los DOBLEI y el PANCETA escojan nuevas actividades, MIEDO ME DAAAAAAA.

Bueno, que lo voy a ir dejando, porque se supone que esto lo estoy escribiendo para #reinventarme y no para no hacerme una nueva “paja mental”.

Lo dicho, menos listas y más “hacerse la tonta” para poder #reinventarme de verdad de la güena.

besos
Carmencita

miércoles, 4 de octubre de 2017

Un año y un mes

Érase una vez una Eva a una birra pegada...






Te seguimos echando de menos, guapa.

Besos de tu Carmencita